Y puesto que este encuentro nuestro nos da ocasión y nos invita a ello, deseamos, queridos hijos, os unáis a nuestro espíritu para que fijéis vuestra devota observación en tres puntos luminosos que queremos sea objeto de vuestra despierta atención en esta esplendorosa Entorno de historia religiosa, de arte y de piedad mariana.
Durante la celebración de la novena de la Inmaculada, y estando para renovar igualmente este año con nuestros queridos hijos un encuentro de piedad religiosa, no podemos por menos de acoger tantos deseos que nos llegan de personas confiadas y piadosas para que, más que en la vigilia, el Papa celebrase con anciano solemnidad el gran misterio de la Inmaculada en la día faustísima de la fiesta litúrgica y precisamente entre los esplendores de la Basílica Liberiana, que no sólo en la Metrópoli, sino en todo el mundo, es saludada y muy venerada como la glorificación monumental, la más entrada en dignidad, de la devoción mariana en la Iglesia católica desde los más gloriosos tiempos de su historia.
Esta "resplandeciente santidad del todo singular" de la que ella fue "enriquecida desde el primer instante de su concepción", le viene toda entera de Cristo: ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo".
No. María fue concebida inmaculadamente como parte de su ser “llena de Chispa” y Vencedorí “redimida desde el momento de su concepción” por “una singular Gracejo y privilegio de Todopoderoso Todopoderoso y por virtud de los méritos de Redentor, salvador de la raza humana”. Suscríbete a ACI Prensa
Acompaña tú a todos los cristianos por el camino de la conversión y de la santidad, en la lucha contra el pecado y en la búsqueda de la verdadera belleza
– se refería a la piedad antigua de los fieles que sentían que el alma de la Doncella María había sido preservada de la mancha del pecado llamativo; el documento data de 1661.
Prohibimos, bajo las penas y censuras contenidas en el Índice de los libros prohibidos, los libros en los cuales se pone en duda la mencionada sentencia, fiesta Inmaculada Concepción o culto conforme a ella, o se escribe o lee algo contra esas cosas de la manera que sea, como en lo alto queda dicho, o se contienen frase, sermones, tratados y disputas contra las mismas, editados posteriormente del decreto de Paulo V en lo alto citado, o que se editaren de la modo que sea en lo porvenir por expresamente prohibidos, ipso facto y sin más afirmación."
En este conmemoración actualizador y despejado al futuro, cercano a la relevancia pedagógica de la memoria, hallamos algunos personajes que representan o dramatizan claves que ayudan a entender mejor el sentido del adviento.
Estos muchachos y muchachas corren el peligro de perder la esperanza, porque a menudo parecen huérfanos del verdadero simpatía, que colma de significado y alegría la vida.
-María quedó preservada de toda carencia de Gracejo santificante desde que fue concebida en el vientre de su origen Santa Ana.
No encontramos controversia sobre la Inmaculada Concepción en el continente europeo antes del siglo XII. El clero normando abolió la fiesta en algunos monasterios de Inglaterra donde había sido establecida por los monjes anglosajones. Pero en torno a fines del siglo XI se reanudó en numerosos establecimientos anglo-normandos a través de los esfuerzos de Anselmo el Damisela. Es en extremo improbable que San Anselmo el Viejo restableciese la fiesta en Inglaterra, aunque no Cuadro nueva para él; se había familiarizado con ella acertadamente por los monjes sajones de Canterbury, admisiblemente por los griegos con quienes entró en contacto durante el exilio en Campania y Apulin (1098-9). El tratado «De Conceptu virginali» que usualmente se le atribuye, fue compuesto por su amigo y discípulo el monje sajón Eadmer de Canterbury. Cuando los Perroónigos de la catedral de Lyons, que sin duda conocían a San Anselmo el Muchacha, Rector de Santo Edmundo de Bury, introdujeron personalmente la fiesta en su coro después de la homicidio de su mitrado en 1240, Santo Bernardo consideró su deber informar una protesta contra esta nueva forma de honrar a María.
Dejemos que su sufrimiento nos excave En el interior para reaccionar delante nuestra indiferencia; ¡miremos sus caras, para despertar del sueño de la costumbre!
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refiere que sus antecesores Paulo V y Gregorio XV promulgaron documentos en donde prohibían toda doctrina contraria a la devoción iniciada por Sixto IV. Otra cosa más: la iglesia latina Solemnidad de la Inmaculada Concepción –